LENTES ORTOQUERATOLOGÍA

 

 

  

La ortoqueratología consiste en la adaptación de una lente de contacto especializada que ejerce un efecto modelador en la córnea durante la noche, mientras dormimos. De este modo, cuando el paciente se la quita por la mañana, puede ver bien durante todo el día sin necesidad de tener que utilizar gafas o lentes de contacto.

 

Las lentes de contacto de ortoqueratología se utilizan durante las horas de sueño. Durante la noche se producen los cambios corneales necesarios que permiten ver bien durante el día.

Los efectos de la lente se producen desde el primer día, alcanzándose los cambios óptimos a los pocos días de uso.

Al tratarse de un proceso totalmente reversible y seguro, si se deja de utilizar la lente de contacto, la córnea vuelve a su estado original. Por esta razón es necesario llevar de manera regular las lentes de contacto para dormir.

Aunque parezca que la ortoqueratología es algo nuevo o innovador, esta técnica ya se menciona en 1961, aunque no es hasta la década de los 90 cuando llega a su máximo apogeo. Estas lentes son rígidas y resistentes y dejan pasar el oxígeno a través de ellas para mantener el ojo sano.

 
 Las lentillas Orto K tienen una curvatura interior especial a medida para cada usuario. Este diseño es diferente según se trate de un paciente miope, hipermétrope o astigmático. Al usarse por la noche, la capa más externa del ojo, el epitelio corneal, se adapta suavemente a esa forma de la lente. Este cambio de curvatura es minúsculo y no causa ninguna molestia o sensación diferente a una lentilla convencional. Sin embargo, es suficiente para que, tras las horas de sueño, el ojo se haya adaptado a esa curvatura, la de un ojo con una visión totalmente normal. Este efecto dura todo el día y va desapareciendo paulatinamente hasta que el ojo vuelve a su estado original en unos días.

Este tratamineto puede usarse para corregir la miopía (0,5 a 7 dioptrías), la hipermetropía (0,5 a 4 dioptrías), el astigmatismo (0,5 a -5 dioptrías) y la presbicia. Y también combinaciones de estos defectos (miopía+astigmatismo, hipermetropía+astigmatismo, miopía+presbicia, etc). Al contrario que la cirugía láser, Orto K es idóneo para adultos de cualquier edad y para niños, que pueden usarlo desde los 6 años de edad.

 El Orto K tiene una serie de ventajas frente a métodos como las gafas, las lentillas convencionales o la cirugía láser

   Libertad: permite una visión perfecta sin gafas o lentillas. Se trata de una opción perfecta para personas que no quieren o no pueden operarse y necesitan libertad de movimientos.
  Reversibilidad: al dejar de usarse el ojo vuelve a su estado normal. Lejos de ser un inconveniente, debe tenerse en cuenta que cualquier intervención quirúrgica, exitosa o no, tiene efectos definitivos. Hay pacientes operados con láser que ven aumentar de nuevo su miopía tras la operación. Con Orto K el ojo permanece intacto y el paciente es libre de abandonar el tratamiento o incluso operarse con láser si así lo desea.
 Prevención: frena el crecimiento de la miopía en niños y adolescentes. La "miopía magna" (por encima de 6 dioptrías) es la principal causa de ceguera en España según la ONCE. Por eso es importantísimo prevenir que la miopía de nuestros hijos aumente. Orto K es un método idóneo para corregir la vista de niños y adolescentes. No sólo les da libertad para jugar o hacer deporte sino que, sobre todo, ejerce un papel preventivo fundamental. También la prevención de la progresión de la miopía facilita la posibilidad de someterse a una cirugía refractiva láser en el futuro, puesto que la miopía magna difícilmente puede beneficiarse de este método. Cuanto menor es la miopía a operar, más exitoso y preciso es el resultado de la operación.
 Seguridad: es un sistema seguro. Sus contraindicaciones son las mismas que las que pueda tener una lentilla convencional. Simplemente es necesario seguir las indicaciones del especialista en cuanto a uso e higiene.